sábado, 30 de julio de 2011


Tengo Un Sueño

 



Tengo un sueño, un solo
sueño, seguir soñando.
Soñar con la libertad, soñar
con la justicia, soñar con la
igualdad y ojalá!!... ya no
tuviera necesidad de soñarlas.

Soñar a mis hijos, grandes,

sanos, felices, volando
con sus alas,
sin olvidar nunca el nido.

Soñar con el amor con

amar y ser amado
dando todo sin medirlo
recibiendo todo sin pedirlo.

Soñar con la paz en el mundo,

en mi país... en mi mismo,
y quién sabe cuál es
más difícil de alcanzar.

Soñar que mis cabellos

que ralean y se blanquean
no impidan que mi mente
y mi corazón sigan jóvenes,
y se animen a la aventura,
sigan niños y conserven la
capacidad de jugar.

Soñar que tendré la fuerza,

la voluntad y el coraje
para ayudar a concretar mis
sueños en lugar de pedir por
milagros que no merecería.

Soñar que cuando llegue al

final podré decir
que viví soñando y que
mi vida fue un sueño soñado
en una larga y plácida noche
de la eternidad.

viernes, 8 de julio de 2011


Estas son las 12 puertas:

1 – Descubrir nuestro valor: No importa lo inteligente, atractivos y brillantes que podamos ser. Si dudamos de nuestra valía, entonces nuestros propios pensamientos sabotean todos los esfuerzos y pueden acabar por socavar las relaciones y nuestra vida. Es necesario abrirse a la vida abundante con el convencimiento de que nos merecemos aquello que deseamos o tenemos. En la medida en que nos creemos que lo merecemos, descubriremos nuestro valor.
2 – Recuperar nuestra voluntad: Incluso los mejores planes siguen sin hacerse si no existe un motor o una voluntad decidida a hacerlos. El amor propio y la autoestima surgen como consecuencia de hacer lo que hay que hacer cuando toca hacerlo.
3 – Energizar el cuerpo: Si nos falta la vitalidad no tenemos nada, si tenemos salud, todo es posible. Lo único de lo que podemos estar seguros es que tenemos un cuerpo para vivir. Cuidar este cuerpo es l manera más fácil de estar bien con nosotros mismos y con el entorno.
4 – Administrar nuestro dinero: Al aclarar nuestros objetivos y el uso de nuestros dones, podemos hacer circular correctamente el dinero. Amar aquello que hacemos y disfrutar trabajando al servicio de los demás, nos ayudan a conectarnos con la más alta vocación de nuestra alma. El dinero es energía y por tanto es neutro, no es ni bueno ni malo. El uso de nuestra energía nos revelará el correcto uso del dinero.
5 – Controlar nuestra Mente: “El mundo es un reflejo de tu mente.” En una mente limpia no hay lugar para fantasmas. Cada uno de nosotros vemos el mundo a través de infinidad de filtros: las creencias, la educación, la opinión, la interpretación, los miedos…. Sólo con una mente libre de condicionamientos podremos objetivamente captar la realidad.
6 – Confiar en nuestra intuición: La intuición es la llave que nos abre la puerta a las dimensiones superiores o espirituales del Ser. La intuición nos permite reconectarnos con nosotros mismos y responder al mundo con otra claridad.
7 – Aceptar nuestras emociones: Aceptar completamente nuestras emociones, sin apegarnos a ellas. No somos nuestras emociones ni nuestros pensamientos. Hay que reconocerlos, hacer las paces con ellos y soltarlos completamente para no identificarse con ellos.
8 – Plantarle cara a nuestros miedos: “el valor no está en la ausencia de miedo, sino en su conquista.” El coraje diario no es un sentimiento sino una acción. Usted puede dirigir su atención hacia lo positivo y tratar de fijar su mente, dirigiéndola, y así al afirmar su poder, sin emociones. Visualizando los resultados positivos conseguirá superar sus miedos.
9 – iluminar nuestra sombra: Debemos ser capaces de bajar a las profundidades de nuestra sombra y ser capaces de iluminarla. Esto liberará una gran cantidad de energía, que de otro modo perdíamos en tonterías y que ahora recuperaremos para ser más eficaces. El conocimiento de sí mismo genera la autenticidad, alegría y compasión.
10 – Abrazar nuestra sexualidad: La negación de las energías de la vida como la energía sexual no es una práctica recomendable. Debemos observarnos, aceptarnos y con prudencia respetar al otro. Hacer el amor puede ser una práctica espiritual y una celebración de la vida.
11 – Despertar nuestro corazón: En esta puerta se nos despierta un nuevo estado en nuestro corazón. Fluye y rebosa amor, amor que perdura, que une y no separa, que no son sólo palabras o sentimientos, que no seduce o controla, que sólo es y por ser ilumina. El amor nos abre las puertas a la iluminación diaria.
12 – Servir al Mundo: El servicio es a la vez un medio y un fin, al dar a los demás, viene a nosotros la abundancia y la paz interior. La última puerta da sentido a la vida.