La vida es corta, rompe tus reglas personales.
Perdona rápido, besa lento, sin prisa y con suavidad,
Ama de verdad, no dejes de sonreír, no prometas imposibles,
ten compasión del desvalido.
Busca el murmullo de los bosques,
contempla los atardeceres,
huye del bullicio insustancial,
cierra tus oídos a lo intrascendente,
abraza a tu madre y acaricia los hombros de tu padre,
pues aunque no lo creas,
ellos te necesitan,
vuela en tus sueños pero ten los pies firmes en la tierra,
compra lo necesario pero en ocasiones date gustos,
viaja, no importa la distancia,
abrígate bien pero desnuda tus pies en la playa,
date tiempo para tus hijos, canta de vez en cuando aquella vieja melodía,
refúgiate en lo divino porque da fortaleza,
enamórate sin reproches,
se paladín de libertades, lee buenos libros,
y se protagonista al practicar deportes,
al final no importa el triunfo,
se bueno con los animales,
ellos también tienen su lugar en el planeta, come mesurado,
degusta tus bebidas sin gritos ni presunciones,
no creas todo lo que ves, acércate a los buenos,
enseña afable sin importar la edad del semejante,
asómbrate de vez en cuando,
se valiente en la enfermedad y cuando se llegue el momento de partir,
recuerda que tu velero fue único,
que los vientos bonancibles o contrarios solo fueron efímeros y circunstanciales y entonces cuando las sombras de la noche eterna cubra tus pupilas,
invariablemente sólo te quedará exclamar:
¡Qué corta es la vida, pero cumplí con ella!
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